Escribe Homero: “Allí crecen altos árboles que fructifican: perales y granados, manzanos con su fruto brillante, higos dulces y olivos fértiles… pera sobre pera madura, manzana sobre manzana, uvas en racimo sobre racimo, y higo sobre higo; estos eran los espléndidos dones de los dioses en la morada de Alcínoo.” Es decir, Homero ya conocía y valoraba el cultivo de la pera, considerándola parte de un jardín idealizado, casi divino. Y en el mundo de los mitos, la pera no se queda al margen.La pregunta concursus de la semana que viene: ¿Cuál es la diosa que arrojó la manzana de la discordia en las bodas de Tetis y Peleo? Mándanos tu respuesta a
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