El lanzamiento de cada nuevo Muertes de mierda es una fecha señalada en el calendario Pop y Muerte. En este cuarto volumen de la serie, grabado con público en La Sala by LastCrit, Amat y Villegas repasan un extenso elenco de fallecimientos engorrosos padecidos por el vulgo; pringados como usted o nosotros. El oyente paseará, traumatizado y aliviado a la vez, por muertes en el curro, muertes irónicas, muertes aviarias, muertes religiosas, muertes de mierda Casa-Jardín, muertes “por likes”, muertes de mierda porque eres subnormal, muertes imposibles, incluso Peor Muerte de Mierda Imaginable (no quieran saberla). El episodio incluye la historia del Caniche Cachi, viejo clásico PyM. ¡Podría suceder cerca de sus casas! (aunque, con franqueza, es estadísticamente improbable).
--------
1:33:28
T4 E12 Pop y castratis
Una clase maestra sobre los virtuosi emasculados del barroco, que Pop y Muerte les ofrecen para que no tengan que visionar esa siniestra bazofia 90’s, Farinelli. El episodio incluye la historia de la orquiectomía a través de las civilizaciones; la clase social, adiestramiento, nacionalidad y carrera de los castrati, así como su ocaso; el sonido y estética (demencial) del fenómeno; vidas de célebres capados operísticos; principales capitales castradoras de Europa (atrévete a esto, Trip Advisor); incluso los detalles de la intervención (auch) y el postoperatorio (OH MY GOD). De fondo, y con una relación ténue con los hechos tratados, suenan The Housemartins, Kanye West & Ty Dollar Sign, The Jasmine Minks, Deftones y Eels.
--------
1:24:08
T4 E12 Pop y porno Vol.1
Por primera vez en la historia del podcast, Benja Villegas y Kiko Amat no utilizan el eufemismo “documentarse” para describir la visita a una web porno. Ambos se documentaron, y mucho, para diseñar el capítulo sobre hardcore (no musical). Este entretenido, y escasamente pedagógico, nuevo episodio repasa la crónica negra del cine para adultos (homicidios, suicidios, adictos al sexo, amenaza terrorista, incluso “muerte por empacho”); analiza en profundidad las estadísticas anuales de Pornhub; y culmina en una verdadera traca de títulos jocosos de películas y nombres de pornstars (incluyendo la creación, en estricta improvisación live, de los pseudónimos pornográficos de ambos miembros de Pop y Muerte). Las risotadas de fondo a lo largo del capítulo no son enlatadas sino humanísimas (pues la entrega fue, de nuevo, grabada en directo).
--------
1:37:11
T4 E11 Pop y médicos VOL.2
En Pop y Muerte el médico, como el cartero, siempre llama dos veces. En esta segunda entrega de matasanos malnacidos nos topamos con las miradas inquietantes de los Doctores Hawley Crippen y Neil Cream. La leyenda del primero fue tal que se hizo un hueco en el ‘Museo de los Horrores’ con un solo cadáver a sus espaldas. Eso sí, su muñeco de cera podría ser el de Édith Piaf con bigote. La cuota femenina se cumple con las enfermeras Kim Sáenz y Lucy Letby y con dos facultativas, la pragmática doctora Soares de Souza y la excéntrica doctora Mingo. Y decimos excéntrica por no decir pija enajenada. Abrimos consulta.
--------
1:21:05
T4 E10 Pop y troncas
Girls just wanna shoot down. Según un estudio del año 2008, una de cada seis serial killers norteamericano es mujer. Las Troncas que Matan en Serie (TMS) son un mundo aparte, en modus operandi, motivos y víctimas. En este podcast live para el festival barcelonés BCNegra, y en una sala repleta hasta la proverbial bandera, Pop y Muerte ahondaron en las diversas tipologías de señoras ejecutoras. El elenco abarcó la Condesa Criminal (Erzsébet Báthory), la Mamá Matricida (Mary Ann Cotton o Belle Gunness), la Asesina de Ancianitos (Amy Archer-Gilligan) y la Hooker From Hell (Eileen Wournos). Kiko Amat interpretó una versión Google Translator del "Countess Bathory" de Venom, y Benja Villegas puso el colofón con un jocundo repóker de asesinas menores.
Los grandes genios de la historia siempre han estado fuera de su tiempo. O mejor en contra de él. Kiko Amat (1971) y Benja Villegas (1982), también conocidos como Pop y Muerte, se conocieron en la radio hace cinco años, y no han dejado de parlotear desde aquel día. Podcasters-que-no-han-escuchado-podcasts, a estos dos hijos de la periferia barcelonesa les une el amor por la cultura popular, la nerdidad no-cursi y la erudición outsider. En Pop y Muerte aplican su innato amor por la oralidad (dicho de otro modo: decir paridas en público) y un notable discurso pop, derivado de sortear una educación formal y sustituirla por discos, cómics, films y libros flipantes.
Más a contrapelo que JK Huysmans en un día farruco, Pop y Muerte regresan con el tercer año triunfal de un podcast que no tiene aliados, parientes ni antecedentes. Una anomalía parlante. Si en la primera temporada hablaron de muerte en el pop, y en la segunda regresaron a su vieja afición homicida serial (de hablar sobre ello; no de practicarlo), la tercera nos traerá un smorgasbord de psicopatía sexual, muertes de mierda (3ª entrega), mákina, sectas, abducciones y tortura. Si estás hasta el gorro de chefs y cocinitas, consultorios sentimentales y actualidad cultural (auch), unéte a Pop y Muerte en su tercera gran cruzada contra la cultura seria. STAY WEIRD.