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Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

Juan David Betancur Fernandez
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
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  • Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

    730. Día 6 Novena de Navidad Para niños (Infantil)

    20/12/2025 | 5 min

    Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur [email protected]ía una vez una pareja que después de 3 dias de camino por el desierto ya se acercaban a su destino final Maria y jose veían como  El sol se estaba ocultando y el cielo se volvía  de color naranja y morado. A lo lejos, en la colina, se veían las casitas de piedra de Belén. María, sentada sobre el burrito, respiró profundo y dijo: "José, ya casi nace el bebé, siento que su corazón late muy fuerte". José, aunque estaba cansadísimo y con los pies llenos de polvo, apretó el paso para llegar antes de que oscureciera del todo.Al entrar a Belén, todo era un caos debido el ruido de muchas personas hablando al mismo tiempo, gallinas corriendo, carretas de madera chirriando y mercaderes vendiendo fruta s.Había tantas personas que José tenía que ir abriendo paso con sus manos diciendo: "¡Permiso, por favor, mi esposa necesita descansar!". Pero la gente estaba tan ocupada en sus cosas que casi ni los miraban.José tocó la puerta de la Posada Principal. El posadero salió con una vela en la mano y, antes de que José terminara de hablar, le dijo: "¡Imposible! Aquí ya duermen tres personas por cama, no cabe ni un ratón". ¡Pum!, cerró la puerta.José intentó en casas de amigos lejanos y en otros refugios. En todas partes escuchaba lo mismo: "No hay lugar". José miraba a María y se le aguaban un poquito los ojos porque quería que ella estuviera cómoda. Pero María le tomó la mano y le recordó que Dios nunca los dejaría solos.Finalmente, un hombre amable los vio tan agotados que sintió ternura. Les dijo: "Miren, mi posada está repleta, pero al fondo, detrás de la casa, hay una cueva que uso de establo. No es muy elegante, pero tiene techo, hay paja limpia para dormir ". Allí pueden pasar la noche, es un lugar muy humilde pero podrán descansar sin que nadie los moleste. José y María caminaron hacia allá. Al entrar, el olor no era a perfume, sino a pasto seco y a campo.  Dentro de aquella cueva había un buey que dormía tranquilamente, Jose entro a aquel lugar y con mucho cuidado ayudo a maría a descender del burrito que los había traído desde NaZaret. El buey los miraba con curiosidad pero reconociendo en ellos seres especiales los dejo que se acurrucaran junto a el para así ofrecerles un poco de su calor. El burrito se acosto en la entrade del la cueva para así proteger a Mar y su preciado bebe que estaría próximo a nacer. .¿Sabes qué hizo María apenas llegó? En lugar de quejarse porque el lugar era sencillo, empezó a acomodar la paja para hacer una cunita. Ella convirtió ese lugar oscuro y frío en un hogar lleno de luz.

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    731. Día 7 Novena de Navidad para niños (Infantil)

    20/12/2025 | 4 min

    Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur [email protected]ía una vez una pareja llamada Jose y Maria, ellos habían sido escogidos para ser los padres terrestres del Nino Dios y después de 9 meses habían viajado a Belen para el Censo ordenado por el emperador. Allí en aquel pequeño pueblo todos los hospedajes estaban llenos y gracias a un alma caritativa encontraron un cueva a las afueras del pueblo donde pasar la noche. La cueva tenía un buey y junto a su burrito entraron para hacerle compañía a aquel animal. La noche era fría.  Jose pues entro con maría a aquel lugar que tenía paja y con las ramas de una palmera cercana decidio limpiar aquel lugar para prepararlo para el posible nacimiento de su hijo. Sacudio cuidadosamente el polvo y acomodo la paja seca para que se convirtiera en una cama suave para su esposa Maria. Luego encendio una pequeña lampara de aceite que había llevado y ambos se durmieron. El buey que allí habitaba les pemitio compartir el calor que su cuerpo producia y junto al burrito les calentaban el aire con su aliento y luego  rodearon a la pareja para que así pudieran dormir comodos. Esa noche habían cenado lo poco que llevaban. Un pedazo de pan, aceitunas y un poco de vino que llevaban en su viaje. Esto realmente no era mucho, pero para ellos era un banquete real porque se sentían a salvo y juntos. Pensaban que el niño que estaba a punto de nacer estaría confortable en el momento de su llegada.  A la mañana siguiente jose vio que en la cueva había un cajon de madera que era utilizado para que el buey comiera su pasto. Este era del tamaño de una cuna por lo que jose que era un hábil carpintero lo arreglo un poco y luego con el pasto seco creo un ambiente confortable para que el niño pudiera dormir cuando haya nacido. Luego le puso una pequeña manta encima y se lo mostro a maría diciendo.  Mira, Maria, aquí podrá dormir nuestro hijo. En ese momento Dios en el cielo sonrio al ver que su hijo que se había convertido en otro ser humano tendría un lugar humilde pero cómodo donde pasar los primeros días. En la zona había muchos pastores ya que las montanas ofrecían un sitio excelente para que las ovejas pudieran pastar. Allí algunos de ellos empezaron a sentir un llamado especial de la naturaleza y las ovejas comenzaron a caminar hacia Belen. Los pastores no sabían que sucedia pero si sentían que algo especial estaba a punto de suceder. La noche anterior les había llamado la atención la estrella que crecia en brillo y en su interior sentían una paz que hacia mucho tiempo no tenían Por esa razón decidieron seguir a sus ovejas hacia belen. 

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    732. Día 8 Novena de Navidad para niños (Infantil)

    20/12/2025 | 3 min

    Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur [email protected]ía una vez una pareja llamada Jose y Maria. Ambos habían viajado a Belen mientras esperaban el nacimiento del niño Dios. Este día era muy especial ya que estaban en una pequeña cueva rodeados por un burrito y un buey y empezaban a sentir que la naturaleza misma era conciente de que algo fantástico iba a pasar. En el cielo pese a que era de día había algo inusual. Una estrella había crecido y crecido hasta hacerse más brillante que el sol mismo. Era como si Dios estuviera diciendo. Miren algo maravilloso va a pasar en este lugar.  Los pastores lo han visto y están caminando hacia el lugar donde se ha posado la estrella. En el cielo los ángeles están afinando sus arpas y practicando sus canciones de bienvenida al hijo de dios convertido en ser humano. Entre las nubes el sol anunciaba con sus rayos que aquel seria un momento inolvidable.  En la pequeña cueva Jose que es carpintero dedica su tiempo a arreglar la cuna de manera que no haya ninguna astilla de madera que pueda molestar a nuevo bebe. Y Maria se dedica a cantarle esperando el momento del nacimiento. Junto a la cuna ya todo esta listo. El buey y el burrito que tanto los ha acompañado están a la expectativa y simplemente hacen un circulo de calor alrededor de ellos. Todo es paz y tranquilidad en aquel hogar improvisado, pero el amor de Dios se percibe constantemente. En belen la vida sigue normal sin que nadie se diera cuenta de lo que sucedia a pocos pasos de la puerta principal del pueblo. Pero el mundo estaba listo para recibir el rey de la paz y la bondad y un grupo de pastores están ya cerca de aquel lugar y simplemente prenden una fogata para esperar el siguiente día. Pero el el momento de la gran espera  esta ya aquí.  

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    733. Día 9 Novena de Navidad para niños (Infantil)

    20/12/2025 | 5 min

    Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur [email protected]ía una vez una pareja que estaba en una cueva junto a un buey y un burrito. Pero Jose y Maria eran felices. Presentian que aquel día 24 de diciembre era el día esperado. Sabian que los ángeles, los arcángeles y todos los coros celestiales se preparaban para cantarle al mundo la gran noticia. Eran las 12 de la noche , cuando el mundo estaba en silencio, sucedió el milagro. Sin castillos, sin sedas y sin coronas de oro, nació el Niño Jesús.El primer llanto Fue un sonido suave, como el de un pajarito. María lo tomó en sus brazos, lo abrazó muy fuerte y lo envolvió en unas telas blancas y limpias que tenía preparados. A su lado José no podía dejar de sonreír. Se acercó a María y al bebé, y con mucho cuidado, le dio un besito en la frente al Niño Jesús. ¡Ya era papá! Y era el papa del más grande ser que había nacido sobre la tierra.  Por su parte el buey y el burrito  Ellos fueron los primeros en ver al Rey del Mundo. Y Como no había calefacción, los dos animales se acercaron mucho al pesebre y soltaron su aliento calientito. Era como si le estuvieran diciendo: "Bienvenido, pequeño, aquí te vamos a cuidar".María acostó a Jesús sobre la paja suavecita del pesebre. ¡Ese cajón de madera se convirtió en la cama más importante de la historia! Un rey de amor y esperanza pasaría allí su primer día. Y ¡En ese momento el cielo "explotó" de alegría!Los Ángeles Ya no estaban de puntitas, ahora estaban volando por todos lados cantando: "¡Gloria a Dios en el cielo y paz a la gente en la tierra!".En el cielo algo empezó a llamar la atención de todos. La estrella que había estado creciendo en los días pasados ahora era una Gran Estrella: La estrella de Belén brilló tanto, pero tanto, que parecía que era de día. ¡Estaba avisando a todo el mundo que la Luz ya había llegado! Y era tal su tamaño que a miles de kilómetros de allí un grupo de 3 sabios vieron aquella luz y comprendieron que algo maravilloso estaba pasando y empezaron a caminar hacia donde esta estrella apuntaba porque sabían que debien estar allí. Cerca de allí los pastores que estaban regresando a belen acompañando a sus ovejas vieron que ahora si la estrella marcaba un lugar exacto a las afueras de Belen. Juntos escucharon y vieron a los ángeles dar vueltas sobre una pequeña cueva y comprendieron que el rey de reyes debía estar allí. , unos pastores estaban asustados porque vieron a los ángeles. Pero un ángel les dijo: "¡No tengan miedo! Vayan al establo, que allí ha nacido el Salvador".·       Los pastores corrieron al establo. No tenían tesoros que darle , así que le llevaron lo que tenían: un poquito de leche, una mantita de lana de sus ovejas y, sobre todo, mucho amor. Se arrodillaron frente al pesebre y le dieron las gracias a Dios.Pero lo mejor estaría por venir. Aquel bebe traía el mensaje de amor que el mundo necesitaría en el futuro y después de su nacimiento millones de personas encontrarían la paz interior que el les prometía. Maria y Jose vivieron para criar aquel niño que nació un 24 de diciembre a las 12 de la noche pero su legado como padres ha llevado a que se les recuerde como los padres más importantes de la historia. Y el Bebe Jesus viviría muchas aventuras, pero eso es otra historia. 

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    729. Día 5 Novena de Navidad para niños (Infantil)

    20/12/2025 | 4 min

    Hacer click aquí para enviar sus comentarios a este cuento.Juan David Betancur [email protected]ía una vez una pareja llamada Jose y Maria Y como veíamos ayer había emprendido un difícil viaje desde Nazaret hasta Belen. Ya no estaban cerca de los riachuelos de su casa. Ahora estaban en el Desierto de Judea, Donde las montañas de arena y piedra parecen gigantes dormidos y donde la falta de agua hace más difícil pasar por allí. No había sombra. El sol brillaba tanto que José  y maría tenían  que ponerse su manto sobre la cabeza para no quemarse con aquel Sol.El viento Soplaba fuerte y les llenaba la ropa y el pelo de arena fina. Era un trayecto difícil, pero la esperanza siempre estaba acompanandolos peso a las dificultades del camino.En el día 5, José cuidaba la cantimplora de cuero como si fuera un tesoro. Cada sorbito de agua era para María. José, aunque tenía mucha sed, prefería que ella y el bebé estuvieran hidratados.María, al ver a José tan cansado, le compartía de su pan y le decía palabras bonitas para que él no se rindiera. ¡Se daban ánimos el uno al otro!En este día, el burrito ya estaba cansado. Sus patitas subían y bajaban por las piedras del camino. María le acariciaba las orejas y le susurraba: "Gracias, amiguito, ya casi llegamos". Pero el burrito sabía que llevaba una carga muy especial y caminaba con mucho cuidado para no tropezarse y que María no se cayera.Cuando llegó la noche del día 5, José buscó una cueva pequeña entre las rocas para protegerse del viento frío de la noche.Comieron dátiles (unas frutas muy dulces del desierto), pan seco y un poquito de queso.Todo estaba en silencio absoluto. Solo se escuchaba el fuego de la pequeña fogata y el sonido de los grillos. María miraba las estrellas y sentía que una de ellas brillaba más que las demás... ¡como si las estrellas también estuvieran emocionadas por el nacimiento de Jesús!Ellos no tenían miedo. Aunque estaban en medio de la nada, sentían en su corazón una paz increíble. Sabían que Dios era su guía. José revisaba las sandalias de María para ver si estaban bien y preparaba el camino para el día siguiente. Y así sabiendo que estarían a un día de camino de Belen y que Dios los acompañaba se prepararon para dormir

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Acerca de Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

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Generated: 12/25/2025 - 10:38:57 AM