Hace 50 años, en 1975, el paleontólogo sudafricano James Kitching descubrió en la cuenca del Karoo una madriguera fosilizada de hace 250 millones de años. En su interior asomaba el cráneo de Thrinaxodon, un animal del tamaño de un zorro que habitaba madrigueras y es considerado un antepasado directo de los mamíferos. Décadas después, gracias a un escáner de radiación sincrotrón, se descubrió que este Thrinaxodon compartía su madriguera con un insólito compañero: Broomistega, un anfibio temnospóndilo herido que probablemente buscó refugio allí. Ambos animales murieron juntos cuando una inundación anegó el refugio. Esta singular escena fosilizada revela cómo la vida luchaba por adaptarse tras la gran extinción del Pérmico-Triásico.
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Los pliosaurios, plesiosaurios de cuello corto.
Hace millones de años, los mares estaban dominados por auténticos monstruos: los pliosaurios. Eran reptiles marinos enormes, con cuello corto, mandíbulas gigantes llenas de dientes curvados y un cuerpo perfecto para nadar a toda velocidad. Uno de los más famosos, Pliosaurus, podía superar los 10 metros de largo y pesar más de 12 toneladas. Algunos, como Kronosaurus, tenían una mordida casi tan potente como la de un T. rex y se alimentaban de tortugas, peces e incluso otros reptiles marinos. ¡Hay fósiles que sugieren que también se atacaban entre ellos! Los pliosaurios reinaron en los océanos desde el Jurásico hasta mediados del Cretácico, cuando fueron reemplazados por otros depredadores como los mosasaurios. ¿Quieres conocer a estos depredadores prehistóricos? Escucha a Germán Fernández en este nuevo episodio de Zoo de Fósiles.
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Plesiosaurios de cuello largo
Hace dos siglos, William Conybeare y Henry De la Beche definieron el género Plesiosaurus, un reptil marino de largo cuello que intrigó a la ciencia desde mucho antes. Ya en el siglo XVII se hallaron fósiles mal interpretados, y fue Mary Anning quien, en 1823, descubrió un esqueleto casi completo. Con cuerpo hidrodinámico y cuatro aletas potentes, los plesiosaurios “volaban” bajo el agua como pingüinos. Vivíparos, cazadores eficaces y posiblemente de sangre caliente, dominaron los mares desde el Triásico hasta el fin del Cretácico. Este episodio de Zoo de Fósiles explora su anatomía, evolución y misterios aún no resueltos.
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Tigres, leones, leopardos y jaguares extintos.
Hace dos siglos, en 1816, el naturalista alemán Lorenz Oken creó el género Panthera para agrupar a todos los félidos con manchas. Un siglo más tarde, en 1916, el zoólogo británico Reginald Innes Pocock revisó la clasificación de este género y, basándose en ciertas características del cráneo, lo redujo a cuatro especies: el tigre (Panthera tigris), el jaguar (Panthera onca), el leopardo (Panthera pardus) y el león (Panthera leo), que ni siquiera tiene manchas, aunque sus cachorros sí las tienen. Análisis genéticos recientes indican que el leopardo de las nieves, antes catalogado como Uncia uncia, también pertenece a este género, por lo que su nombre científico es ahora Panthera uncia. El fósil más antiguo del género Panthera es Panthera principialis, que vivió en Tanzania hace 3,7 millones de años, durante el Plioceno.
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El incierto origen de los anfibios modernos
Los fósiles más antiguos del grupo de los anfibios modernos, formado por las ranas y sapos, las salamandras y tritones, y las cecilias, los lisanfibios, se remontan al Triásico, hace unos 250 millones de años. Las ranas más antiguas que conocemos son Triadobatrachus y Czatkobatrachus, que vivieron en el Triásico inferior, hace unos 250 millones de años. Con las salamandras y tritones pasa algo parecido. Los fósiles más antiguos, descubiertos en Kirguistán en los años 70, son los de Triassurus, del Triásico superior, hace unos 230 millones de años. El registro fósil de las cecilias es aún más escaso. El primer fósil de estos anfibios sin patas semejantes a grandes lombrices, una vértebra aislada, se descubrió en 1972. Hasta 2023, la cecilia fósil más antigua era Eocaecilia, del Jurásico inferior de Arizona, con una antigüedad de entre 175 y 200 millones de años.