Hace más de un siglo, los argentinos comenzaron a explotar las minas de carbón de la región de Ischigualasto, una zona desértica del oeste del país, situada entre las estribaciones de los Andes y las Sierras Pampeanas, en la frontera entre las provincias de San Juan y La Rioja. A partir de una publicación del Automóvil Club Argentino en 1943 el lugar empezó a ser conocido con el nombre de Valle de la Luna, debido a las caprichosas formaciones geológicas que lo jalonan. Hoy en día, los yacimientos paleontológicos de la Cuenca de Ischigualasto-Villa Unión se extienden por dos espacios protegidos contiguos, el Parque Nacional Talampaya, en La Rioja, y el Parque Natural Provincial Ischigualasto en la provincia de San Juan. Ambos parques han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por la importancia científica de sus yacimientos, en los que se puede estudiar el origen de los dinosaurios y de los mamíferos.
--------
--------
Papiones extintos
Hace casi un siglo, en 1937, el paleontólogo británico Robert Broom describió un enorme primate, Dinopithecus, a partir de los restos fósiles encontrados en una cueva de Sudáfrica. Semejante a un babuino, era sin embargo más grande: se estima que las hembras pesaban una media de 31 kilos, mientras que los machos rondaban los 50 kilos, y algunos podían alcanzar los 77. Dinopithecus vivió en África entre finales del Plioceno y principios del Pleistoceno, hace unos 2,5 millones de años. Sus restos fósiles se han encontrado en Sudáfrica y en Etiopía. El cráneo es similar al de los babuinos modernos. No se han encontrado huesos del tronco ni de las extremidades de Dinopithecus, así que no sabemos cual era su modo de locomoción. Sin embargo, dado su tamaño, era probablemente cuadrúpedo y pasaba gran parte del tiempo en el suelo.
--------
--------
Compañeros de madriguera
Hace 50 años, en 1975, el paleontólogo sudafricano James Kitching descubrió en la cuenca del Karoo una madriguera fosilizada de hace 250 millones de años. En su interior asomaba el cráneo de Thrinaxodon, un animal del tamaño de un zorro que habitaba madrigueras y es considerado un antepasado directo de los mamíferos. Décadas después, gracias a un escáner de radiación sincrotrón, se descubrió que este Thrinaxodon compartía su madriguera con un insólito compañero: Broomistega, un anfibio temnospóndilo herido que probablemente buscó refugio allí. Ambos animales murieron juntos cuando una inundación anegó el refugio. Esta singular escena fosilizada revela cómo la vida luchaba por adaptarse tras la gran extinción del Pérmico-Triásico.
--------
--------
Los pliosaurios, plesiosaurios de cuello corto.
Hace millones de años, los mares estaban dominados por auténticos monstruos: los pliosaurios. Eran reptiles marinos enormes, con cuello corto, mandíbulas gigantes llenas de dientes curvados y un cuerpo perfecto para nadar a toda velocidad. Uno de los más famosos, Pliosaurus, podía superar los 10 metros de largo y pesar más de 12 toneladas. Algunos, como Kronosaurus, tenían una mordida casi tan potente como la de un T. rex y se alimentaban de tortugas, peces e incluso otros reptiles marinos. ¡Hay fósiles que sugieren que también se atacaban entre ellos! Los pliosaurios reinaron en los océanos desde el Jurásico hasta mediados del Cretácico, cuando fueron reemplazados por otros depredadores como los mosasaurios. ¿Quieres conocer a estos depredadores prehistóricos? Escucha a Germán Fernández en este nuevo episodio de Zoo de Fósiles.
--------
--------
Plesiosaurios de cuello largo
Hace dos siglos, William Conybeare y Henry De la Beche definieron el género Plesiosaurus, un reptil marino de largo cuello que intrigó a la ciencia desde mucho antes. Ya en el siglo XVII se hallaron fósiles mal interpretados, y fue Mary Anning quien, en 1823, descubrió un esqueleto casi completo. Con cuerpo hidrodinámico y cuatro aletas potentes, los plesiosaurios “volaban” bajo el agua como pingüinos. Vivíparos, cazadores eficaces y posiblemente de sangre caliente, dominaron los mares desde el Triásico hasta el fin del Cretácico. Este episodio de Zoo de Fósiles explora su anatomía, evolución y misterios aún no resueltos.