Bostezos Artificiales: ¿entenderán nuestros robots el cansancio humano? - Quilo de Ciencia
Imagínate en un mundo futuro en el que, tras un largo día, le cuentas a tu robot doméstico cómo te ha ido y, mirándote fijamente, este te responde con un bostezo. ¿Es esto posible? ¿Cómo te sentirías? El inminente advenimiento de la interacción cotidiana entre androides o robots y los seres humanos ha abierto el interesante tema de investigación de cómo los humanos interpretaremos los diferentes matices de comportamiento de los robots, y de si estos debieran estar programados, o haber aprendido mediante inteligencia artificial, a mostrar determinadas pautas de comportamiento para tranquilizar a los desconfiados humanos. Científicos del Reino Unido, en colaboración con investigadores de la fundación Mona, que gestiona un centro de recuperación de primates en Gerona, y de la universidad de esta ciudad, en España, decidieron estudiar las respuestas dadas por catorce chimpancés adultos a las expresiones simuladas por la cabeza de un androide.
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El latido oculto de las células vegetales. Hablamos con Marian Nohales - Hablando con Científicos
Todos nosotros tenemos en nuestros cuerpos un reloj interno que nos dice cuándo dormir, comer o estar alerta… Ese reloj biológico está en casi todos los seres vivos: humanos, animales, plantas e incluso hongos. Es como un temporizador natural que sigue el ciclo del día y la noche. Un equipo internacional de investigadores, entre los que figura Marian Nohales, nuestra invitada hoy en Hablando con Científicos, ha estudiado el reloj biológico de las plantas y ha descubierto que no solo tienen un reloj, ¡cada célula que las componen tiene el suyo! Esta diversidad de relojes celulares puede ser una ventaja porque cada parte de la planta tiene que realizar tareas distintas a lo largo del día: unas deben protegerse del sol, otras absorber agua o nutrientes, o prepararse para crecer. Tener relojes adaptados a cada función permite que el conjunto funcione mejor. Marian Nohales explica cómo han realizado la investigación y las implicaciones que tiene este descubrimiento.
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El prodigioso inventor Leonardo Torres Quevedo. Hablamos con Francisco González Redondo - Hablando con Científicos
Cuando pensamos en drones operados a distancia, en ordenadores capaces de realizar cálculos increíbles, en máquinas que imitan el pensamiento humano y toman decisiones por sí solas, o en catamaranes que navegan con seguridad por mares y océanos, tendemos a creer que se trata de inventos modernos. Sin embargo, las ideas que dieron origen a estos artilugios —y a muchos otros— ya vieron la luz a finales del siglo XIX y principios del XX gracias a una persona tan genial como desconocida: Leonardo Torres Quevedo, un pionero en matemáticas, aeronáutica, telecomunicaciones y automática, que desplegó su portentosa imaginación hasta el punto de ser considerado “el más prodigioso inventor de su tiempo”. Hoy, el matemático y profesor de Historia de la Ciencia Francisco A. González Redondo nos cuenta su historia en Hablando con Científicos..
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Anticuerpos superglue 10 - Quilo de Ciencia
Hace más de un siglo, se descubrió que podíamos defendernos de las infecciones usando anticuerpos, unas proteínas que fabrica nuestro cuerpo. Al principio, se usaban sueros de animales, como caballos, para curar enfermedades. Hoy, la ciencia ha creado anticuerpos súper precisos, como los monoclonales. Un grupo de científicos ha ido más allá y ha diseñado un nuevo tipo de anticuerpo, una “super IgM”, que actúa como una súper araña con patas muy fuertes para unirse a los agentes infecciosos. Al aplicarlo en un spray nasal, protegió a ratones contra la gripe. En el futuro, podría ayudarnos a prevenir muchas infecciones respiratorias sin necesidad de vacunas tradicionales.
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Auge y extinción de los perezosos gigantes. Hablamos con Alberto Boscaini y Juan López Cantalapiedra - Hablando con Científicos
Los simpáticos y pequeños perezosos que hoy se cuelgan de las ramas de los árboles tropicales, moviéndose con extrema lentitud, tienen una historia evolutiva fascinante que incluye bestias enormes, capaces de pesar hasta 4 toneladas. Hace miles de años, los perezosos gigantes recorrían con paso tranquilo pero firme las llanuras y bosques de Sudamérica. Hoy solo sobreviven dos especies, pequeñas y completamente adaptadas a la vida en los árboles. ¿Qué ocurrió con sus parientes gigantes? ¿Cómo y por qué desaparecieron? Estas son algunas de las preguntas que intentan responder Alberto Boscaini y Juan López Cantalapiedra, dos de los científicos que firman un reciente artículo en la revista Science.