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Punto Muerto

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  • Phil Collins - No Jacket Required
    ¿Alguna vez tuviste esa sensación emocionante, cuando una canción suena en la radio o en una playlist, que te transporta a un momento en el que todo parecía perfecto y la música, en todo su esplendor, parecía no tener fin? Cada vez que escucho esa caja de ritmos de los 80, la balada potente y, por supuesto, al legendario Phil Collins, me transporto inmediatamente a mi preadolescencia. Para 1985, Collins, el gran baterista y cantante de la banda Genesis, ya tenía dos álbumes en solitario. Tras el éxito de Face Value (1981) y Hello, I Must Be Going (1982), se encontraba una vez más en lo más alto como uno de los nombres más importantes del universo pop. - No Jacket Required se lanzó en febrero de 1985 y siguió los pasos de sus predecesores en cuanto a éxito, algo que muchos críticos creían imposible para un tercer álbum. La mayoría de los artistas que logran el siempre esquivo éxito de su debut se enfrentan a la imposible tarea de continuar con un trabajo igual de bueno, tanto comercial como críticamente. Collins no solo lo logró con su segundo álbum, sino que lo volvió a lograr por una impactante tercera vez. De hecho, No Jacket Required se convertiría en el álbum más exitoso de su carrera. Sentado aquí en mi habitación de un hotel, en este sombrío día de otoño en Santiago de Chile, y aunque ya han pasado 40 años desde el lanzamiento de este álbum, a tan solo 30 segundos de su canción de apertura, "Sussudio", la tristeza no solo se disipa, sino que la necesidad de levantarse, moverse y hasta bailar es irrefrenable. Me transporto instantáneamente a un momento en el que Collins, un inglés calvo de unos 35 años, te hacía bailar casi tanto como Michael Jackson y era una de las influencias musicales más importantes de los años 80. - Al recorrer el álbum, es innegable que es intrínsecamente de los 80, pero en 2025 el sonido aún logra conectar con nuevos públicos. Todas las canciones fueron escritas o coescritas por Collins y, si bien declaró en entrevistas que quería crear un álbum dance, también terminó creando algunas de sus mejores baladas. "Long Long Way To Go" es un excelente ejemplo de ello, una canción increíblemente pulida que aún logra transmitir un aspecto casi vulnerable de la voz de Collins. Una joya escondida, si es que esto existe en un álbum con ese nivel de popularidad. - También están los éxitos obvios, esos que con una sola escucha te atrapan con su gancho pop. La ya mencionada y elegantemente animada "Sussudio", junto con "One More Night", la balada que anhelaba un amor perdido, alcanzaron el número uno en Estados Unidos, consolidando el legado eminente del álbum. Fue su segundo sencillo número 1 en Estados Unidos, el primero fue "Against All Odds (Take A Look At Me Now)". En esta balada de soft rock, “One More Night”, un solitario Phil Collins le ruega a su amante que le conceda una noche más para demostrarle su devoción (no sabemos cómo, pero parece que el narrador tiene un plan). Siendo baterista de corazón, no sorprende que Collins comenzara esta canción con una caja de ritmos. Explicó a Playboy que estaba experimentando con la máquina cuando le llegó la inspiración: "Tenía un ritmo en mente. De hecho, estaba pensando en una de las canciones de los Jackson 5 cuando le puse el estribillo. El verso 'one more night' encajaba perfectamente con lo que estaba tocando. El resto de la canción se escribió muy rápido". Collins no intenta ser pesimista y también afirmó en esa entrevista que la letra "es más optimista, de una manera cálida, que deprimente, de una manera negativa". - El tercer y cuarto sencillo del álbum, "Don't Lose My Number" y "Take Me Home", entraron en el top 10 de Estados Unidos. Algo que claramente desconocía en aquel momento, pero que descubrí para hacer esta programa, es que Collins improvisó las letras de "Sussudio" y "Don't Lose My Number", lo que significa que "abierto a la interpretación" adquirió un significado completamente nuevo con estas canciones. Todo un mito, si lo pensás bien. Dicho eso, Collins ha admitido acerca de la letra de "Don't Lose My Number" que él mismo no comprende del todo su significado. El crítico Stephen Holden, de The New York Times, también coincidió en que la letra era muy "vaga, esbozando los contornos de un melodrama pero ocultando la historia completa". Por cierto, en la canción destaca el característico sonido de batería con reverberación de Collins. Un símbolo irrefutable de la década de los 80, que ha sido copiado hasta el hartazgo. - Aunque el álbum incluyó cuatro sencillos que tuvieron un éxito rotundo en las listas de éxitos tanto en Estados Unidos como a nivel mundial, hubo otros temas destacados que merecen ser mencionados. "Inside Out" abre con la percusión característica de Collins y muestra no solo su batería, sino también una versión conmovedora del cantante. Por último, “Who Said I Would" continuó el tema de Collins inspirado en Prince ("Sussudio") y ofreció otra animada canción de synth-rock, ideal para las pistas de baile de aquellos tiempos. - Collins contó con otros talentos legendarios para este álbum, como Sting, Helen Terry y el exlíder de Genesis, Peter Gabriel, quienes aportaron coros en temas como "Take Me Home" y "Long Long Way To Go". Con tanto talento en este álbum, sumado al enfoque más crudo de Collins en la composición y la improvisación, No Jacket Required obtuvo tres premios GRAMMY (Álbum del Año, Mejor Interpretación Vocal Pop Masculina y Productor del Año), consolidando la impresionante racha de aclamación crítica del trabajo. “Take Me Home” es a menudo malinterpretada como la historia de un hombre que regresa a casa, pero Collins declaró en VH1 Storytellers que la letra de la canción se refiere a un paciente en una institución mental y que se inspiró en la novela “Atrapado Sin Salida” de Ken Kesey, también célebremente recordada por la película de Miloš Forman protagonizada por Jack Nicholson. Como recién comentamos, Sting y su excompañero de Genesis, Peter Gabriel, hicieron los coros. También aparece Helen Terry, excorista de Culture Club. Esta es una de las canciones favoritas de Phil Collins. Permaneció en su repertorio desde la gira "No Jacket Required" y solía ser la última canción que interpretaba. El video promocional muestra a Phil Collins cantando un par de versos de la canción en varias ciudades del mundo, como Londres, Moscú, New York, París, Tokio y Sídney. Y lo más importante, “Take Me Home" se convierte en una canción que deja al oyente cautivado, quizás incluso con alguna lágrima. - No Jacket Required, fue un álbum muy popular en la radio de su época (una en que la gente escuchaba masivamente dicho aparato) que cosechó merecidamente un éxito apabullante, aunque también recibiría una reacción generalizada que acompañaría a Collins y sus futuras grabaciones para siempre. A pesar de este escrutinio, No Jacket Required demostró que Collins era un maestro en su dominio al combinar sus baladas, ahora imborrables, con el pop y synth-rock de los 80. Constantemente mencionado como "la estrella más inesperada del pop", Collins demostró que la tercera no solo fue la vencida, sino que consolidó su legado como uno que perdura en el tiempo y es tan relevante ahora como lo fue en 1985. Nos retiramos con “Doesn't Anybody Stay Together Anymore”. Una canción que surgió como respuesta al divorcio de todos los que rodeaban a Collins, incluyendo a su manager, amigos y, aunque él mismo estuvo felizmente casado con su segunda esposa, Jill Taverman, años después también se divorciaría nuevamente. Collins declaró en aquellos días: “Todos mis amigos se separaban de sus parejas; de repente, parecía que nadie quería trabajar y resolverlo. Al contrario de lo que la gente pueda pensar, me esforcé mucho por arreglar las cosas con las mujeres que me dejaron. ¡Nunca me quedé de brazos cruzados!” De esta forma, nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este episodio. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. Esto fue No Jacket Required, de Phil Collins, en Punto Muerto.
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    58:02
  • Black Sabbath - Black Sabbath
    La grabación tardó un día, el productor de este proyecto debutaba en esa posición, el estudio tenía solamente cuatro pistas y todo costó menos que una entrada VIP para un concierto de Bon Jovi. Sin embargo, en 1970, este álbum debut, modesto y grabado discretamente, cambió el mundo tal como lo conocíamos. Es que hablamos del álbum debut homónimo de Black Sabbath. Fue entonces cuando el heavy metal respiró por primera vez, desafiando la industria de la música y apasionando a las generaciones posteriores con una oscuridad implacable de pensamiento, canciones y riffs de guitarra. “Éramos diferentes a todo lo que había en aquel entonces”, dice el guitarrista Tony Iommi. “Mientras todos los demás seguían enfrascados en las ideas hippies y psicodélicas de los 60, esto era algo nuevo”, agregó. “Éramos cuatro jóvenes de la zona. Fui a la escuela con Tony. Estaba en una banda con Geezer Butler”, añade Ozzy Osbourne. “Cuando empezamos, teníamos todo para ganar y nada para perder. Fue mi forma de escapar de trabajar en una fábrica el resto de mi vida”. Ya había indicios de una fuerza emergente en la escena musical. El riff del exitoso sencillo de The Kinks de 1964, "You Really Got Me", por ejemplo. El álbum debut de Blue Cheer de 1968, "Vincebus Eruptum", y el disco de Iron Butterfly, "In-A-Gadda-Da-Vida" del mismo año. La fascinación por la magia y lo sobrenatural había impregnado la obra de Led Zeppelin, e incluso se remontaba al blues, pero nadie lo había combinado de una forma tan compleja. Nadie se había atrevido a intentar algo tan distorsionado, original y musicalmente tan sombrío. Black Sabbath dio a luz a la bestia, y todos abrazamos una visión nueva y sombría. “Lo que nos diferenciaba del resto eran nuestras letras”, explica el baterista Bill Ward. “Había muchas bandas geniales en aquella época, como Zeppelin, Deep Purple, por ejemplo, pero ninguna tenía letras tan morbosas como las nuestras. Es lo que definió a la banda, lo que nos hizo únicos”. - Sabbath empezó en 1968 bajo el nombre de Polka Tulk Blues Company. Era la fusión de los miembros de una banda de Carlisle llamada Mythology (Tony, Bill) y de otra llamada Rare Breed (del vocalista Ozzy Osbourne y el bajista Geezer). Ubicados en la zona de Aston en Birmingham, y con la incorporación del guitarrista slide Jimmy Phillips y el saxofonista Alan Clarke, eran una banda de blues pesado que rápidamente se convirtió en Polka Tulk y luego en Earth. Para entonces, Jimmy Phillips y Alan Clarke ya se habían marchado. “En aquella época, Birmingham era un auténtico hervidero de bandas de blues”, explica Butler. “Había muchísimos sitios donde dar conciertos, pero prácticamente el único local de rock era Henry’s Blues House, encima de un pub en el centro de Birmingham. Todos tocaban allí”. Este local estaba dirigido por Jim Simpson, quien luego se convertiría en el manager de la banda y quien, en 1969, los envió a tocar regularmente en Alemania, especialmente en el Star Club de Hamburgo, que se hizo famoso a principios de la década gracias a los Beatles. “Tocábamos hasta nueve sets al día”, ríe Butler. “Todos duraban unos 45 minutos, y como no teníamos muchas canciones, aprendimos a hacer versiones extendidas para introducir solos de batería y guitarra. Así empezamos a improvisar mucho, y de ahí surgió gran parte del material del primer álbum”. Para entonces, la banda había sobrevivido a la pérdida temporal de Iommi, reclutado por los emergentes íconos del rock progresivo Jethro Tull. Duró lo suficiente como para participar en un programa de televisión, Rock and Roll Circus de los Rolling Stones, antes de decidir que ese estilo no era para él y regresó con su entonces llamada banda Earth. El problema era que, si bien la banda estaba creando una buena base de seguidores en vivo, no resultaban nada atractivos para las discográficas. “Varios nos rechazaron en aquel momento”, dice Iommi. “Creo que sentían que éramos demasiado originales para ellos. Jim Simpson decidió entonces que nuestras canciones no eran lo suficientemente comerciales y que necesitábamos un compositor externo”. Y así apareció Normal Haines, quien se había hecho un nombre con otra banda de Birmingham llamada Locomotive, que lanzó un álbum de estilo progresivo en 1969 titulado We Are Everything You See (ahora una pieza de coleccionista). Jim Simpson le preguntó al tecladista Norman Haines si estaría interesado en unirse a Earth, lo que les daría algo de apoyo comercial. La oferta fue rechazada, pero en su lugar Norman compuso para la banda una canción titulada "The Rebel". - Antes de dar el siguiente paso, la banda tuvo que cambiar de nombre. Ya existía otro grupo británico llamado Earth, que interpretaba pop y versiones de Motown, y esto obligó a nuestros héroes a replantearse su futuro. Sin embargo, tenían esta canción que se convertiría en un momento decisivo de la banda. "La canción fue lo primero", dice Ward. "Era pesimista, oscura y muy influenciada por lo sobrenatural. Lo que no tenía era título. Así que un día Geezer sugirió que la llamáramos Black Sabbath, como una película de terror de 1963 protagonizada por Boris Karloff". Esto no solo resolvió el problema del título de la canción, sino que se convirtió en el nombre de la banda, cuando se vieron obligados a abandonar su nombre Earth. Y el 22 de agosto de 1969, los recién consagrados Black Sabbath acudieron a los estudios Trident en el Soho de Londres para grabar un demo de “The Rebel” (que acabamos de escuchar), con el mismísimo Norman Haines al piano y al órgano. La sesión fue producida por Gus Dudgeon y la ingeniería estuvo a cargo de Rodger Bain. En total, se grabaron 19 tomas de esta canción. “Gus Dudgeon intentó decirnos qué hacer”, dice Ozzy. “Y si nos conocieras en aquel entonces, entenderías que cuando nos ordenaban hacer algo de cierta manera, hacíamos lo contrario a propósito.” La estratagema de contratar a un compositor externo no funcionó. La banda también grabó otra canción de Norman Haines, “When I Come Down” (a veces llamada “When I Came Down” que escuchamos después de “The Rebel”), pero Jim Simpson no logró que Sabbath firmara con ningún sello, lo cual no sorprendió a Ward. “No funcionaron porque no éramos nosotros. Nos sentíamos incómodos y eso se notaba en los demos. Estábamos mucho más contentos con nuestro propio material, que era muy diferente a estas canciones.” - En un último acto de desesperación e inspiración, Jim Simpson decidió dar un paso audaz. Firmó un contrato con el exproductor y crítico de jazz Tony Hall, quien había copresentado una breve serie musical de televisión a finales de los 50 llamada Oh Boy!, casi precursor al legendario Top Of The Pops. Se acordó que Hall aportaría el dinero para que Sabbath grabara un álbum y luego intentaría vender el resultado a una discográfica. "Creo que Tony Hall nos dio 1000 libras", dice Butler. "Cada uno recibió 100 libras para pagar deudas, y el resto se destinó a pagar el álbum: 600 libras. ¡Suena a nada hoy en día!" “Me creía rico”, añade Ozzy. “Gasté parte del dinero en un par de zapatos. En aquella época, solía andar descalzo, porque literalmente no podía permitirme tener zapatos”. El 10 de noviembre de 1969, la banda regresó a Trident para intentar grabar su versión más comercial. La canción elegida esta vez fue Evil Woman (Don’t You Play Your Games With Me). “Esta había sido un éxito en Estados Unidos para una banda llamada Crow (llegó al número 19)”, dice Ward sobre la elección. “Para ser sinceros, a ninguno de nosotros nos gustó la canción y no queríamos hacerla. ¿Pero qué sabíamos? Jim Simpson y Tony Hall pensaron que podría hacernos bien, así que la aceptamos a regañadientes”. En aquella época, muchos grupos británicos se dejaban convencer para que versionaran éxitos estadounidenses recientes, lanzando sus versiones antes que la original en el Reino Unido. Y esta iba a ser la única canción del álbum de Black Sabbath grabada por separado del resto de las canciones. Se hizo en Trident Studios, con Barry Sheffield (copropietario del estudio) como ingeniero y Rodger Bain como productor. “No creo que Gus Dudgeon disfrutara trabajando con nosotros en The Rebel”, se ríe Iommi. “Parecía no entender lo que pretendíamos y, al parecer, rechazó la oferta de volver a trabajar con nosotros”. “Recuerdo que no nos entendimos nada bien con Gus; siempre era muy crítico con lo que hacíamos”, añade Butler. “No queríamos que hiciera nada más por nosotros. Sé que conocimos a un par de productores potenciales, pero Rodger Bain nos gustó porque tenía la actitud adecuada. Quería grabarnos en directo en el estudio, hacerlo como si fuera un concierto. Así era como queríamos trabajar, ya que no teníamos ni idea de tecnología de estudio”. - Así que, el 17 de noviembre de 1969, la banda fue a los Regent Sound Studios de Londres, ¡y literalmente tuvieron un día para hacerlo todo! “Había un día reservado para mezclarlo, pero teníamos que terminar todas nuestras partes ese primer día”, suspira Iommi. “Así se hacían las cosas en aquella época. No teníamos otra opción. Solo podíamos instalarnos en una pequeña sala y tocar las canciones de principio a fin. Eso sí, eso jugaba a nuestro favor, porque para entonces éramos una banda en directo realmente buena. “Teníamos que tener mucho cuidado de no cometer errores, de lo contrario podrían quedar en el disco. Si mal no recuerdo, nos dimos el lujo de grabar una o dos canciones por segunda vez, pero eso era todo.” “Tony sí pudo hacer un par de overdubs en la guitarra, pero cuando se lo pedimos, Rodger y Tom [Allom, el ingeniero] solo nos devolvían suspiros de frustración”, sonríe Butler al recordarlo. “El tiempo apremiaba. Luego, cuando Ozzy preguntó si podía añadir algunas voces adicionales, le dijeron: ‘No, lo siento, se acabó el tiempo. ¡Ahora vete a la mierda!’”. Y ese fue el final de la participación de la banda en el álbum. Al día siguiente se fueron en ferry a dar conciertos en Suiza, mientras Rodger Bain y Tom Allom mezclaban las pistas. “Siendo sincero, dudo que hubiéramos tenido algo útil que aportar en ese momento”, admite Iommi. “¿Qué sabíamos de mezclas? ¡Lo único que habríamos hecho es sentarnos y molestar a todos pidiendo que subieran el volumen!” “Lo que se escucha en la canción Black Sabbath —la campana y todos esos efectos— no tuvo nada que ver con nosotros”, revela Ozzy. “Se añadieron después de que nos fuéramos en ferry. La primera vez que escuchamos la mezcla fue cuando pudimos escuchar el álbum terminado”. - No solo Sabbath no estuvo presente en la mezcla, sino que no tuvo nada que ver con la secuencia de las canciones del disco final. “Eso lo hizo el sello”, comenta Butler. “Si nos lo hubieran dejado a nosotros, lo más probable es que hubiéramos comenzado con algo como Warning. ¡Quizás era mejor que no nos dejaran!”. La canción mencionada era una versión de un tema grabado un par de años antes por la banda británica Aynsley Dunbar Retaliation, y es algo que el bajista había aportado a la banda. “Era una canción de blues genial para improvisar. La primera vez que la hice fue cuando estaba en Rare Breed, y ahí fue donde desarrollamos las ideas que finalmente se unieron en NIB”, agrega Butler. Es asombroso darse cuenta de lo poco que Black Sabbath tuvo que ver con su propio álbum debut. Pero Iommi le resta importancia a la situación con una actitud filosófica. "En aquel entonces no sabíamos nada; así se hacían las cosas. Las discográficas tenían muchísimo control. Nuestra parte era grabar las canciones y luego dejarles el resto a ellos". “No teníamos experiencia en nada más que tocar en vivo”, dice Ozzy. “Jim Simpson simplemente nos dijo: ‘De camino a tomar el ferry a Suiza, hagan una parada en Regent Sound y graben su álbum’. Fue casi una idea de último momento”. Armado con las cintas, Tony Hall logró convencer al sello Phillips para que contratara a la banda, lanzando “Evil Woman…” como sencillo el 9 de enero de 1970, a través de su filial de Fontana. No entró en las listas, y fue otro sello de Phillips, el recién formado Vertigo, el que publicó el álbum en el Reino Unido el 13 de febrero de 1970, un viernes, como era de esperar. Y esta vez, todo fue rápido, y el disco alcanzó el número 8 en las listas, para sorpresa de todos. “Ni siquiera escuchamos ni vimos el álbum antes de su lanzamiento”, admite Tony. “Lo primero que supimos fue cuando volvimos de Europa, prendimos la radio y escuchamos “Evil Woman…”. Éramos nosotros. En la radio. Fue emocionante, pero nunca nos enviaron las mezclas de los temas ni nos mostraron el arte. Nada”. “Recuerdo que Jim Simpson me dijo que el álbum había llegado a las listas de éxitos. No me lo podía creer”, ríe Ozzy. “Ni siquiera lo había puesto en ese momento, y no tenía ni idea de cómo sonaba. Así que me llevé una copia a casa de mis padres y la puse en su tocadiscos. Recuerdo que mi padre la escuchó y me dijo: "¿Seguro que solo te tomas una copa de vez en cuando?". ¡Fue divertidísimo! Estaba como loco todo el tiempo. Debí de tener sobredosis todos los días por aquel entonces”. - El hombre que fichó a Sabbath para Vertigo fue el jefe del sello, Olaf Wyper, quien de hecho los había visto una vez por casualidad. “Fui a Birmingham para una reunión, pero me equivoqué de día. Sin nada que hacer, fui a un club local solo para pasar el rato. El lugar estaba lleno y allí estaba tocando una banda increíble, unos tal Black Sabbath. En ese momento supe que los quería”. En Estados Unidos, el álbum se lanzó el 30 de junio y alcanzó el número 23 en las listas de éxitos. Para sorpresa de todos. Un pequeño cambio fue que eliminaron “Evil Woman…”, en favor de otra canción original, “Wicked World”, que había sido la cara B de ese primer sencillo británico. “De hecho, fue la primera canción que compusimos después de cambiar el nombre de la banda a Black Sabbath”, dice Ward. “Tony Iommi tenía un riff que se le ocurrió cuando todavía estábamos en Mythology”. La pieza central del álbum, que escuchamos más temprano en el programa, fue la canción que le da título: una epopeya formidable que se desarrolla hasta un crescendo ensordecedor y oscuro. Como dice el baterista, es el himno de la banda. “Si escuchas esa canción, para mí representa todo el heavy metal”, insiste Geezer. “Está todo ahí: todo el género en una sola canción. La idea surgió de un incidente: una noche me desperté y vi una misteriosa figura negra al pie de mi cama, allí de pie. Me asustó tanto que se lo conté a Ozzy al día siguiente, y él ideó la letra. Me apasionaba lo sobrenatural y el espiritualismo, y cosas así me pasaban constantemente”. Lo que impulsó el álbum fue la instrumentación única, con el sonido de la guitarra de Iommi convirtiéndose en un sello distintivo. “Quería la mayor distorsión posible, cuando todos los demás buscaban un sonido limpio todo el tiempo. Esto solía horrorizar a las compañías de amplificadores, porque no entendían lo que yo decía. Todos intentaban reducir la distorsión, mientras que yo hacía lo contrario”. “Las bandas me preguntan constantemente cómo conseguí mi sonido de bajo”, dice Butler, “porque quieren copiarlo. Es fácil. ¡Solo tienes que tener tres altavoces en una caja de cuatro y subirlo tanto que lo revientes todo!”. - La reacción al álbum en aquel momento fue diversa. Mientras que a algunos les encantó, a otros no les convenció en absoluto. Iommi recuerda a un crítico particularmente vehemente del disco. “En aquel entonces leí sobre Roger Waters por la actitud de Pink Floyd. Detestaba profundamente lo que habíamos hecho. Pensaba que el álbum era una basura total y predijo que tanto él como nosotros desapareceríamos rápidamente. Debo admitir que eso me hizo reír en aquel momento, y todavía me hace reír. ¿Qué pienso del álbum ahora? Me gusta. Sí, podría haber sido mejor, y puedo oír cosas que no deberían estar ahí, pero se puede decir lo mismo de cualquiera de nuestros discos. Lo que sí hace es capturar la energía y la fuerza de la banda de aquel entonces. Y hay gente que intenta hoy conseguir esa misma atmósfera. Quizás sea Ozzy Osbourne quien mejor resume lo que significa el álbum y por qué se ha convertido en el santo grial del metal. “Los cuatro nos hemos distanciado a lo largo de los años, pero solo necesito volver a escuchar este álbum para darme cuenta de cuánto quiero a los otros tres. Es simplemente mágico. No puedo expresarlo mejor. He tenido la suerte de tocar con grandes músicos en mi carrera. Con todo el respeto a todos, este fue mi mejor momento. Ese álbum fue tan especial que cambió nuestras vidas para siempre. Todo lo que he tenido la suerte de hacer, y lo mismo les digo a los otros tres, se lo debemos a ese disco. No había egos, solo cuatro amigos que significaban mucho el uno para el otro.”
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    1:02:06
  • The Rolling Stones - Out Of Our Heads
    Los Rolling Stones dieron grandes pasos hacia la composición de su propia música con éxito durante el año 1965. Out of Our Heads se lanzó (en EE. UU.) y marcó el comienzo de la carrera más exitosa de la banda. Aunque aproximadamente la mitad de este álbum aún utiliza las versiones de R&B con las que el grupo se inició, es con los temas originales con los que se logró el mayor impacto comercial hace cincuenta años y donde las canciones más imborrables persisten hasta nuestros días. Los Rolling Stones se formaron en Londres en 1962 por el multiinstrumentista Brian Jones, el guitarrista Keith Richards y el vocalista Mick Jagger. Se inclinaron hacia el blues al estilo de Chicago, así como hacia el rock and roll de los cincuenta, y tuvieron una larga residencia en el famoso Crawdaddy Club. Durante el invierno siguiente, el bajista Bill Wyman y el baterista Charlie Watts se unieron para completar el clásico quinteto de los años 60. El grupo contrató a Andrew Loog Oldham, expublicista de The Beatles, quien actuó como su mánager y productor en sus primeros álbumes. Para 1964, el grupo firmó con Decca Records y lanzó su álbum debut, "England's Latest Hitmakers", en pleno auge de la Beatlemanía. Sin embargo, Oldham se esforzó por promocionar a los Rolling Stones como los "anti-Beatles" o "los chicos malos del rock and roll". A principios de 1965, el grupo lanzó su segundo LP, The Rolling Stones No. 2 en el Reino Unido y The Rolling Stones, Now! en Estados Unidos, y ambas versiones alcanzaron el Top 5 en sus respectivos países. - La versión estadounidense de Out of Our Heads comienza con un par de versiones de R&B con tintes pop. "Mercy, Mercy" tiene un riff y un gancho genial con coros agudos y ligeramente humorísticos. De hecho, el único elemento que suena a los "Stones" es la voz de Jagger, tan conmovedora y cruda como siempre. "Hitch Hike" es la que menos se destaca de las versiones, simplemente porque existen muchas versiones superiores. Dicho esto, los elementos musicales son entretenidos en esta, incluyendo los ritmos entrecortados y un solo de guitarra genial de Richards. - Aunque el título es el mismo, Out of Our Heads también cuenta con dos versiones distintas para Estados Unidos y el Reino Unido. Curiosamente, la placa estadounidense se lanzó primero, el 30 de julio de 1965, y se ha convertido en la versión más aclamada y respetada del álbum (en la que nos centraremos mayormente en este programa). La versión británica del álbum contiene algunas canciones originales geniales, como "Heart of Stone", con impresionantes guitarras y golpes de pandereta con una fuerte reverberación, y una versión pop y tranquila de "I'm Free", una canción que se hizo más famosa gracias a versiones posteriores. - Publicado como sencillo a principios de año, "The Last Time" fue el primer éxito original de los Rolling Stones. Esta canción combina a la perfección blues y folk, siendo también quizás la que más se acerca a los Beatles, con guitarras vibrantes y la batería alegre de Watts. Aún así, la voz profunda y blues de Jagger la hace muy distintiva, especialmente durante la frenética coda en que se desvanece la canción. Tres versiones más completan la primera cara del álbum. "That's How Strong My Love Is" de Roosevelt Jamison es un intento de deep soul que, si bien no es del todo terrible, suena algo amateur para los Stones. "Good Times" de Sam Cooke presenta un registro vocal más propio de Jagger, mientras que los ritmos sutiles de Wyman y Watts son simplemente excelentes en este tema. Por otro lado, "I'm All Right" de Bo Diddley es un tema en directo publicado originalmente en el EP "Got Live If You Want It!". Es un tema rockero corto pero interesante, con mucha energía y con todas la vibra de su época con el que empezamos Punto Muerto. - La segunda cara del álbum es más musicalmente sustanciosa. Comienza con la legendaria "(I Can't Get No) Satisfaction", una canción que es puro rock y un clásico infinito. Liderada por el riff indeleble de Richards, la canción presenta, quizás, la mejor interpretación vocal de Jagger hasta la fecha, ya que interpreta tonos contrastantes entre las estrofas y los estribillos. El resto de la banda sigue el ejemplo, con Jones interpretando una acústica rápida y rasgada, mientras que Wyman toca un bajo ligeramente funky y Watts golpea con fuerza con un ritmo rápido y efectivo, convirtiendo este clásico en una canción completa de la banda. Lanzado como sencillo un mes antes del álbum, este himno sobre la insatisfacción de toda una generación con un sistema, fue el primer número uno del grupo en Estados Unidos, pero inicialmente fue prohibido en el Reino Unido porque sus letras se consideraban sexualmente sugerentes. - "Cry to Me" de Bert Russell es un poco anticlimático después de "Satisfaction", pero no deja de ser una balada de blues bastante decente. El álbum concluye con cuatro temas originales del grupo. "The Under Assistant West Coast Promotion Man" mantiene la vibra bluesera con la armónica de Jones y la batería afilada de Watts. "Play with Fire" tiene un aire folk oscuro y cuenta con algo de bajo y producción de Phil Spector junto con el clavicordio de estilo inglés antiguo de Jack Nitzsche. Grabada durante un descanso de la gira en enero de 1965, esta joya perfectamente melancólica muestra gran parte de la misma promesa que los clásicos posteriores más reconocidos. - Luego, "The Spider and the Fly" tiene un ritmo tranquilo, constante y un sentimiento hogareño; con grooves de guitarra doble, armónica y una melodía vocal temáticamente apropiada de Jagger, que tiene todos los elementos de lo que podría (y debería) haber sido un éxito de la banda. "One More Try" cierra el álbum con un breve tema rockero de boogie-woogie y letras optimistas, lo que lo convierte en el álbum más cercano al brit-pop puro de los sesenta del grupo. - Out of Our Heads se convirtió en el primer álbum de los Rolling Stones en alcanzar el número 1 en Estados Unidos, llegando a disco de platino, y la versión británica alcanzó el número 2. Su siguiente álbum, Aftermath de 1966, vio a la banda volcarse por completo a composiciones originales y pronto alcanzaron el verdadero éxito mundial, llegando a su etapa de oro inmediatamente después. De esta forma nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este episodio. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. Nos retiramos con tres canciones, tres covers, pertenecientes a la edición inglesa del álbum. Escucharemos “She Said Yeah”, compuesta por Sonny Bono y Roddy Jackson. Luego “Oh Baby (We Got A Good Thing Goin)” de Barbara Lynn y por último “Talkin’ About You” de Chuck Berry. Esto fue Out Of Our Heads, de los Rolling Stones, en Punto Muerto.
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    55:06
  • PJ Harvey - To Bring You My Love
    Tras tomarse 1994 libre para reorganizarse, comprar una casa en la campiña de Somerset y escribir su tercer álbum, PJ Harvey reapareció en febrero de 1995 con un personaje diferente. Y "personaje" es la palabra. En "To Bring You My Love" interpretó diversos papeles, desde la madre homicida de "Down By The Water" hasta la heroína de una película de serie B que se enfrenta a un monzón en "Meet Ze Monsta". En el tema de blues-folk "C'mon Billy", interpretaba a una madre soltera que imploraba al padre de su hijo que conociera al mismo que nunca había visto, con un videoclip (que VH1 se negó a emitir por su oscuridad), donde obliga a Billy a quedarse atándolo a su cama. El impulso generado por sus dos primeros álbumes (Dry y Rid Of Me) garantizó que este sería un éxito comercial y cultural, y así fue: un millón de copias vendidas en todo el mundo, un sencillo número 2 en los Estados Unidos ("Down By The Water", sin duda el éxito más espeluznante del año, por no decir de la década) y una oleada de elogios, incluyendo nominaciones a los premios Grammy y Mercury Music. Las críticas también fueron efusivas: en un año mayormente dominado por el britpop y la Macarena, Harvey había creado una pieza única que, incluso para ella, era algo fuera de lo común. - Con su audacia e imaginación, To Bring You My Love demostró que PJ Harvey estaba hecha para perdurar. Las comparaciones con gigantes como Patti Smith y su admirado Captain Beefheart eran acertadas. Además, se separó de su banda el PJ Harvey Trio a finales de 1993 y ahora era completamente solista. "Solo quería la experiencia de tocar con gente diferente y no quería sentirme atada de ninguna manera", explicó en una entrevista en la televisión francesa. La mayor ventaja de lanzarse en solitario fue estar a cargo de todas las decisiones creativas. Si bien Flood, productor de U2 y Depeche Mode, dirigió las sesiones de grabación, la responsabilidad recayó en Harvey. Una de sus decisiones fue abrir el álbum con la canción principal, cuyo primer verso, «Nací en el desierto», coincidió con el del álbum debut de Beefheart. - Tres décadas después, To Bring You My Love no ha envejecido, porque sus temas son atemporales. La religión, el pecado y la naturaleza son las piedras angulares; se invoca a Jesús, y el diablo a menudo responde. Las madres, los amantes y las sacerdotisas vudú de las canciones encajarían en cualquier siglo. Si algún elemento vincula la producción con los 90, es "Teclo", una trepidante melodía de acordes menores que podría haber salido de la banda sonora de Twin Peaks, pero es un caso excepcional. La teatralidad innata de Harvey se intensificó en To Bring You My Love, gracias a la aportación de sangre fresca —con John Parish, un viejo amigo de su primera banda, Automatic Dlamini, y Mick Harvey, colaborador de Nick Cave— que ayudó a orientar el álbum hacia una dirección más experimental. - Aunque el álbum es bastante pesado por momentos, Harvey también le incorporó algún toque de alivio. Hay un momento en la canción pantanosa "Meet Ze Monsta" en el que grita con falso miedo ante la proximidad del "gran monzón negro". Es aún más gracioso en el demo —publicado junto con otras versiones inéditas como álbum independiente— porque, en lugar de gritar, emite un chillido exagerado. En el tema final, "The Dancer", inspirado en el spaghetti western, su personaje, usado y abandonado, intenta seducir a su hombre de vuelta simplemente gritando "¡Ah! ¡Ah! ¡Aaah!". En cierto modo, nunca volvió a alcanzar semejantes cotas, si bien su nivel posterior es altísimo y desarrolló una carrera difícil de empardar, ya había demostrado su valía y no necesitaba repetirse. - Como su segundo álbum con una importante discográfica, To Bring You My Love recibió un fuerte impulso promocional de Island Records. La extensa rotación en MTV y la difusión en radios universitarias del primer sencillo, "Down by the Water", con su excéntrico y llamativo videoclip dirigido por Maria Mochnacz, donde Harvey se ahoga en un estanque esmeralda con una peluca extravagante, maquillaje recargado y un ceñido vestido de noche de satén rojo, le dieron a Harvey su mayor éxito radial hasta la fecha, alcanzando el número dos en la lista Modern Rock de Billboard. El álbum debutó en el número 40 del Billboard 200 y en el número 12 en el Reino Unido, vendiendo aproximadamente un millón de copias. El éxito comercial de To Bring You My Love no tuvo nada que ver con una disminución de su característica intensidad lírica: la fábula infanticida "Down by the Water" (cuya coda susurrada de "Pequeño pez grande nadando en el agua/Vuelve aquí, hombre, dame a mi hija" hace referencia al viejo estándar de blues de Lead Belly "Salty Dog”) aparentemente trata sobre una madre que ahoga a su hijo. El sencillo "Down by the Water" tuvo una amplia difusión en radio y MTV, convirtiéndose en un clásico de los 90. - “To Bring You My Love" se considera el gran éxito de PJ Harvey, recibiendo un gran reconocimiento de la crítica mundial y se convirtió en su álbum de estudio más vendido. La respuesta de la crítica fue abrumadoramente positiva. Rolling Stone elogió el disco como "asombroso" en su reseña de cuatro estrellas. The Independent compartió la misma opinión, escribiendo que la interpretación de Harvey "hace que el disco destaque entre sus competidores"; el crítico Nicholas Barber lo consideró "una criatura amenazante y de pesadilla", añadiendo que era una combinación “Siouxsie con the Bad Seeds". Los Angeles Times destacó la rica imaginería de las letras, diciendo que "en los momentos más conmovedores, Harvey habla con la cautivadora claridad y fuerza de quien busca un ancla definitiva que le salve la vida". Además, el álbum fue incluido en la lista original de la revista Rolling Stone de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos. De esta forma, nos vamos yendo, nos vamos despidiendo de este episodio. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. Nos retiramos con la inquietante “Working For The Man”, que tiene diferentes interpretaciones, siendo la más popular la de un viajero con supuestos mandatos religiosos que lo llevan a ser un asesino serial. Esto fue “To Bring You My Love”, de PJ Harvey, en Punto Muerto.
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    52:24
  • Deafheaven - Lonely People With Power
    Ya seas un purista del black metal, un hipster del blackgaze (el subgénero musical que fusiona elementos del black metal atmosférico y melódico con el shoegaze y el post-metal) o simplemente un fan de la innovación musical, probablemente te hayas topado con la historia de Deafheaven en algún momento: la historia de cómo lanzaron un álbum con una tapa de color rosa repleto de lindas melodías, a la vez que indudablemente arraigado en el black metal. Hablo, por supuesto, de su álbum de 2013, Sunbather, una obra maestra de black metal con influencias del indie rock, que también generó algunas de las discusiones más tóxicas en los foros musicales de la época. Basta con mirar a las reseñas del álbum y no vas a encontrar un punto medio entre 0 y 100. Algunos recibieron esta nueva idea con los brazos abiertos y la celebraron a lo grande, mientras que los fans más puristas del género lo rechazaron de plano por considerarlo una vergüenza para el metal. Lo cierto es que Deafheaven sabía cómo crear caos con un tono esperanzador. Las letras eran interesantes, la estructura del álbum impecable, y cada canción te hacía sentir como si hubieras experimentado un viaje épico donde encontraste esperanza en los momentos más oscuros. A pesar de explorar con éxito tanto territorios crudos como oníricos en trabajos posteriores, Deafheaven nunca pareció alcanzar el nivel de aclamación de la crítica que surgió de aquel álbum rosa. Al menos hasta este año, cuando su último lanzamiento, Lonely People with Power, ha generado un debate igualmente ferviente en el mundo de la música. Tengan paciencia mientras intento explicar por qué este LP ha vuelto a poner a nuestros amigos del blackgaze en los primeros puestos de los sitios web de críticos musicales. Para empezar, el sonido de Lonely People with Power es áspero. Ni siquiera los temas más pesados ​​de álbumes anteriores se comparan con “Doberman” (que acabamos de escuchar) o “Magnolia”; que tienen un mínimo matiz de blackgaze y son simples éxitos de black metal de principio a fin. Todo está en su punto, ya sean los creativos y enérgicos ritmos de batería de Daniel Tracy, que aportan una sensación de urgencia, o el intrincado trabajo de guitarra de Kerry Mckoy, que siempre consigue mantener el interés con una mezcla de trémolos furiosos y melodías aue suenan agonizantes e implacables. Incluso cuando llegan los momentos más ligeros y oníricos de álbumes anteriores, suelen funcionar como grandes clímax tras los momentos de tensión. - La totalidad de Lonely People with Power se siente como una película, y estos clímax tienen una sensación casi cinematográfica de experimentar un punto de inflexión en la historia que te mantiene alerta, esperando el siguiente giro que está a punto de surgir. Exhibiendo aún más esta vibra cinematográfica, Lonely People fluye a la vez que utiliza pausas, silencios o interludios antes de cualquier cambio de sonido más grande. Los temas "Incidental" prácticamente confirman una estructura de tres actos con lo bien que establecen la introducción, la confrontación y la resolución. Un punto culminante en particular es "Incidental II", en el que un interludio tranquilo y sombrío es interrumpido por un aluvión de sonidos industriales, expresando una sensación de angustia dentro de la historia del álbum. Este importante generador de tensión prepara eficazmente al oyente para el punto más fuerte del álbum: los temas "Revelator" y "Body Behaviour". El primero tiene un riff que se te queda grabado en la cabeza desde la primera escucha y te atormenta hasta que le das al botón de reproducción, junto con una melodía que expresa pánico y angustia, que acompaña la letra de autodesprecio y ego irreparable y se basa en la atmósfera angustiosa del tema anterior. Por otro lado, «Body Behaviour» se acerca más que nunca al sonido de «Ordinary Corrupt Human Love», en particular su estribillo que fusiona dream pop y black metal. - Mientras tanto, George Clarke ofrece la mejor voz de su carrera. Ya sea liderando el disco o añadiendo ritmo al caos, cada letra se interpreta con pasión e ira, elevando aún más la ya increíble intensidad del álbum. Tomemos, por ejemplo, el tema "Amethyst", donde dos minutos de narración le permiten hacer una entrada imponente y dramática. Clarke suena como un hombre angustiado, desesperado por sobrevivir, y la letra encaja, poniéndote en la piel de un ser rescatado que no cesa de buscar su "brillo". Siguiendo su título, el álbum retrata a personas cuyo ansia de poder las consume hasta el punto de ser incapaces de forjar relaciones significativas o encontrar un propósito superior en la vida. Estas personas intentan entonces encontrar significado y conectar con los demás a través de medios moralmente cuestionables; el ejemplar "Body Behaviour", por ejemplo, explora a dos hombres poderosos que intentan conectar a través de la sexualización de las mujeres. - El único defecto que puedo señalar es que el álbum tarda un poco en arrancar, pero este inicio más lento le da una fuerza aún mayor a las partes centrales y finales de Lonely People, haciendo que lo que sigue sea aún más impactante. Todo el álbum funciona como una gran pista de blackgaze en ese sentido, con la primera mitad creando una tensión impecable y la segunda parte finalmente liberándolo todo en una catarsis increíble. Y vaya si es una recompensa, porque su segunda mitad es perfecta. El penúltimo tema, "Winona", brinda al oyente esa catarsis de la que hablamos con lo que podría decirse que es el mejor momento del álbum. La construcción de la canción prospera en su simplicidad, reduciendo las cosas a mitad de la misma a una hermosa melodía de guitarra acústica antes de explotar con distorsión y solos sublimes, desatando un aluvión de emociones mientras reelabora esa misma melodía. - La búsqueda de esos momentos épicos es un clásico de Deafheaven: melodías en tonos mayores con gritos de black metal que te hacen sentir como si la gravedad ya no existiera y finalmente pudieras flotar hacia el cielo. Y por si fuera poco, el tema de cierre, “The Marvelous Orange Tree”, ofrece una atmósfera más lenta, pero igualmente épica y celestial, con voces dream-pop y un sonido oscuro pero suave. Hace doce años, Deafheaven causó sensación en la comunidad metalera con el polémico Sunbather. Tras la calma, se llegó un consenso general: Sunbather es un clásico moderno del metal. Sin embargo, Deafheaven se negó a reciclar su fórmula, optando por ofrecer siempre algo nuevo en sus lanzamientos. Los frutos de la innovación crecieron durante más de una década y nos trajeron otra obra maestra: Lonely People With Power.
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“Punto Muerto” es un programa musical emitido por Radio Belcha los Lunes a las 22:00. También pueden seguirnos en la cuentas de: X - https://x.com/puntomuertorock?s=21 Instagram - https://www.instagram.com/puntomuertorock?igsh=MWFjNnI2cW1wc3RhNA%3D%3D&utm_source=qr TikTok - https://www.tiktok.com/@punto.muerto12?_t=ZM-8wXa5sa1CcS&_r=1
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