En este episodio de ‘Gatos que fueron Tigres’, cruzamos océanos hasta llegar a la Cuba de finales del siglo XIX, donde un soldado madrileño, Eloy Gonzalo, decidió escribir su nombre en la historia. Armado con una lata de petróleo, una mecha encendida y un coraje sin fisuras, se lanzó solo hacia las líneas enemigas para incendiar el poblado de los sitiadores en Cascorro. Su hazaña, tejida de audacia y fuego, lo convirtió en símbolo de valor y resistencia. Desde entonces, su estatua vigila desde el Rastro, recordando a Madrid que, a veces, un solo hombre basta para cambiar el destino.
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7:28
Miguelito Candela, el padre del templo madrileño del flamenco
En este episodio de ‘Gatos que fueron Tigres’, nos adentramos en el corazón mestizo de Lavapiés, donde Miguelito Candela, intrépido, levantó con sus propias manos un templo para la bohemia y el compás. El Candela no fue solo un bar: fue una cueva de duende, guitarras y madrugadas infinitas. Miguelito, alma incansable, fue el primero en llegar y el último en marcharse, encendiendo cada noche una hoguera de música y vida. En sus muros de ladrillo y humo, Madrid aprendió a latir de otra manera, y su leyenda, como su nombre, sigue ardiendo.
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7:40
Alfonso, el cerillero del Café
En este episodio de ‘Gatos que fueron Tigres’, cruzamos las puertas del mítico Café Gijón, donde entre humos de tertulia y aroma de café, reinaba Alfonso, el cerillero. Con su caja de fósforos siempre a mano y una sonrisa sabia en los labios, encendía cigarrillos y también confidencias. No era cliente ni camarero: era parte del mobiliario invisible, de ese latido secreto que da alma a un lugar. Poetas, actores, políticos y soñadores pasaron ante él, y Alfonso, sin levantar la voz, se convirtió en testigo de una época y guardián de pequeños fuegos que nunca terminaron de apagarse.
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9:18
Florito, el alma de las Ventas
En este episodio de 'Gatos que fueron Tigres', conocemos al mayoral de la plaza de toros más grande de España. Florencio Fernández Castillo, alias Florito, es todo en el Madrid taurino. Su historia comienza en la plaza de toros de Talavera de la Reina, donde empezó a fraguar una relación muy especial con el toro bravo. Ahora, más de cuatro décadas después, se entiende con estas bestias simplemente con la mirada.
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7:55
Florencia, la primera mujer en saltar de Madrid
En este episodio de 'Gatos que fueron Tigres', nos asomamos al Viaducto de Segovia, testigo de la historia de Florencia, una mujer que desafió al destino con un salto al vacío. Pero el azar, o quizá un guiño del viento, quiso que su vestido se desplegara como un paracaídas improvisado, arrancándola de las garras de la muerte. Sobrevivió a su propia tragedia y, con ello, se convirtió en leyenda. Madrid la miró con asombro y, entre murmullos y crónicas, su historia quedó suspendida en el aire, como su caída que nunca llegó al final.
Bajo las luces y sombras de Madrid, 'Gatos que fueron tigres' desentierra la memoria de aquellos felinos ilustres que rugieron en sus calles. En esta serie de podcast, Alfonso J. Ussía revive las historias de personajes emblemáticos, almas indomables que convirtieron la ciudad en su escenario eterno