Acólitos del terror…
Esta noche, abrimos las puertas a una historia donde el agua no limpia ni arrastra: devuelve.
Lo que alguna vez se perdió bajo las olas no descansó… esperó.
Una mujer sola. Una casa frente al mar.
Y una carta —empapada, deformada, imposible— que la marea empuja hasta su puerta.
Solo cinco palabras: No mires al agua.
Pero, ¿cómo ignorar lo que llama desde lo profundo? ¿Cómo cerrar los ojos cuando lo que acecha tiene el rostro de un hermano muerto hace años?
Esta historia no habla del mar.
Habla de lo que se arrastra fuera de él.
Prepárense, acólitos.
Lo que van a oír… no cesa.
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39:18
El ojo del gato
En Almagro, bajo la restauración inocente de un palacio antiguo, algo despierta.
No es historia. No es arte.
Es una presencia.
Un ojo oculto tras muros centenarios, observando… esperando.
Cuando los restauradores rompen el sello de una puerta olvidada, no solo liberan un secreto.
Liberan una devoción profana, una fe extinguida a la fuerza… y con ella, el eco de un culto dispuesto a resurgir.
Hay cosas que es mejor dejar enterradas.
Pero ya es tarde.
Escucha “El ojo del gato”… si te atreves a mirar.
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30:00
La Arpía
Esta noche, acólitos del terror, descendemos a un reino donde lo cotidiano se pudre en lo imposible. Un estacionamiento abierto las 24 horas… luces de neón parpadeando, cámaras que no ven nada… y una figura que no debería estar allí. Algo espera entre los autos dormidos. No es humana, pero conoce nuestras formas… y nuestras debilidades.
“La arpía” no grita… susurra. Y una vez que la escuchas, ya no puedes olvidarla.
Apaguen las luces. Silencien el mundo. El horror ha venido a reclamar su lugar. Bienvenidos a Espanto.
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18:00
Un lugar sin Dios
No hay trompetas. No hay señales. Dios ha llegado… y no es lo que esperábamos.
Esta noche, acólitos del terror, les abrimos la puerta a una revelación sin redención. ¿Qué sucede cuando la divinidad aparece sin aviso, sin amor, sin juicio… solo presencia? Cuando el absoluto irrumpe en nuestro mundo, no queda espacio para la esperanza. Solo una certeza muda y helada: no estamos solos, y eso no es consuelo.
“Un lugar sin Dios” no es futuro ni profecía. Es ahora. Y ya no hay marcha atrás.
Bienvenidos a Espanto, donde lo sagrado también puede ser la raíz del horror.
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25:09
El coleccionista
Un viudo adinerado. Una joven esposa recién casada. Una mansión que es mucho más que una simple casa, enclavada junto a los acantilados del mar. Un secreto que arrastra el viento nocturno. Pasillos iluminados por tenues velas. Ven a conocer nuestra nueva historia, "El Coleccionista". Te aseguramos que se te helará la sangre y se te cortará la respiración en este episodio que, sin duda, pasará a ser un clásico de Espanto. Abrid las puertas, coged un candil… y, sobre todo, no subáis al ático.