A lo largo del camino de la vida, atravesamos situaciones y vivencias que muchas veces no comprendemos del todo. Pero al detenernos en oración y permitir que el Espíritu Santo ilumine nuestro interior, descubrimos que muchas de esas experiencias tienen su origen en heridas profundas, causadas —a veces sin intención— por personas que amamos, incluso por nuestra madre.Hoy, el Señor, que es tierno y compasivo, se acerca a ti como el buen Pastor. Él desea conducirte con amor por un camino de sanación, ayudarte a reconocer esas heridas y derramar sobre ellas su misericordia. Te ofrece la gracia del perdón, la fuerza para la reconciliación y la paz que solo su presencia puede dar. En Él, todo puede ser restaurado, y en su amor, puedes renacer como una nueva criatura.
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23:05
Permanece en Mí
¿Cuántas veces, en nuestro camino de fe, hemos sentido que nada sale como esperamos? Pero, de todas esas veces en que hemos emprendido un proyecto, tomado una decisión o simplemente avanzado, ¿cuántas hemos incluido a Dios en el proceso?Hermanos, a partir de hoy vivamos con Dios como el centro de nuestra vida. Que sean sus planes, y no los nuestros, los que guíen nuestro camino. Cuando ponemos a Dios como nuestro líder, tenemos la certeza de que Él nos guiará y respaldará en cada paso que demos.Dejemos a Dios ser Dios. Si hoy nuestro camino no se alinea con el que Él proyectó para nosotros, permitamos que sea Él quien nos redireccione, quien nos devuelva al propósito para el que fuimos creados. Desde allí, floreceremos.
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23:55
Proscritos
Estamos llamados a ser testigos de la fe, a tiempo y a destiempo, porque no sabemos si somos el único evangelio que alguien más podrá leer. Nuestro testimonio tiene el poder de tocar vidas, incluso cuando menos lo esperamos. Cada acción, palabra o gesto puede reflejar el amor incondicional de Cristo. No permitamos que el miedo o la vergüenza nos silencien; que no nos tiemble el corazón al profesar nuestra fe. Enseñémosle al mundo que el amor de Jesús no solo nos salvó a nosotros, sino que tiene el poder de salvar a todos aquellos que decidan abrirle su corazón, sin importar su pasado o sus errores. Que aunque el mundo nos rechace o nos excluya por causa de su nombre, jamás debemos olvidar que Él nunca nos dejará. Si somos excluidos por seguirle, Él permanecerá a nuestro lado, guiándonos con su amor y su gracia, porque en su presencia no estamos solos.
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24:12
Un día a la vez
Tener hambre y sed de Dios es el primer paso que necesitamos para empezar a construir una relación con nuestro creador; es abandonarnos en Él dejando que actúe en nuestras vidas, sorprendiéndonos día a día con cada uno de sus detalles. Viviendo su gracia Un día a la vez, viviendo el milagro de la vida desde que abrimos nuestros ojos a la primera hora de la mañana, disfrutando de su divina providencia, soltando el mando, entregándole el control y haciendo lo que Él nos susurra.
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23:48
Tengo Sed
Así como la mujer samaritana comprendió que solo en Cristo encontraría agua de vida eterna, somos nosotros ahora los que debemos reconocer que solo Dios es nuestro salvador y que su amor por nosotros ha sido tan grande que se humilló y se abajó para ser uno más entre la gente, pero uno con las cualidades perfectas para llevarnos a la eternidad; ese que con amor tan puro y corazón tan noble, es capaz de esperar prudentemente a que seas tú quien se reconozca con hambre y sed de su presencia, de su amor, de su majestuosidad; solo ahí es cuando te darás cuenta que todos esos vacíos los puede llenar un solo nombre, Jesús!